I
No me des los buenos días porque no son buenos
No me toques
No mires
Calla
Masha
tus manos en mi cuerpo son llamas de fuego azul
y queman
Tus ojos
dos preguntas que no preguntan nada
y devuelven intactas mis palabras
II
Los sueños me persiguen
aun en la vigilia que venera a la aurora
Aparecen como nautas fascinantes
y corro lento
como un cordero agónico
Caigo
y me levanto
caigo
y me levanto
caigo
Mi miedo tiene seis años de edad
Masha
todo puede suceder a los seis años
III
La casa está vacía
pálida la luz
las puertas se repiten en un pasillo largo
cada puerta esconde más pasillos
Aprisa
como sed
busco por el laberinto de una enorme telaraña
Masha
la espiral del caracol es un camino
IV
Un niño habita mis huesos y mis venas
devora la médula que me sostiene
bebe mi sangre como un camello
"duen" de mi cuerpo
Masha
a los duendes la sonrisa
se
les hace ancha entre sus brazos
V
Un caballo blanco agita la crin en su galope
sus cascos destrozan piedras mansas
Luego vuela sobre mí relincho en viento
y es el deseo mismo omnímodo y sin nombre
La luz láctea de la luna baña su cuerpo
Masha
Hay un hombre
galopando en el vacío
Masha
Hay un hombre
junto a ti
sangrando sueños
VI
Masha
con tu saliva
úngeme los párpados
átame las manos con tus manos
y pon sobre tu pecho mi cabeza
¡necesito escuchar tu corazón!
*Sueños forma parte de Masha. Editorial Cuarto Creciente. México, D.F. 1992.
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